El espejo. Por Paola Troz


 Una vez que nos levantamos y nos vemos al espejo, la percepción de la imagen que se revela de nosotros mismos puede que no sea la mejor: el pelo hecho un caos,necesitamos urgente un cepillo de dientes, lagañas en los ojos...
En fin , somos humanos y a todos sin excepción nos pasa igual y no amanecemos muy bonitos que digamos.

Necesitamos casi que una ducha inmediata y combinar lo mejor que podamos los colores de la ropa que usaremos para luego peinarnos, perfumarnos y tratar de vernos lo mejor posible con el fin claro de  darle una cara presentable al mundo cotidiano en el que nos desenvolvemos.
Nos arreglamos para la vida, para sentirnos bien y para crear mejor confianza  en nosotros mismos.
Es como si diéramos lo mejor de nosotros al mundo con nuestras habilidades .

 He descubierto que decidir servirle a  Dios implica una lucha constante con nuestras propias emociones, con nuestros propios pensamientos y con nuestras  propias inseguridades.

Por eso, al acercamos a Su palabra, al adorarlo y al querer reconocerlo en el diario caminar buscando  su presencia,  tomamos una conciencia diferente de nuestra humanidad ya que esta  vá mucho más allá de vernos bien y de confiar solo en nuestras capacidades humanas o lo bien arreglados que creamos vivir, entendiendo que una parte esencial nuestra esta compuesta por espíritu; aprendemos que habita en nuestros corazones  el Espíritu Santo.

¿Cómo sabemos que permanecemos en él y que él permanece en nosotros?
Porque nos ha dado de su espíritu. Y nosotros hemos visto y declarado que el Padre envió a su Hijo para ser el Salvador del mundo. Si alguien reconoce que Jesús es el hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios" 1 Juan 4:13

Adquirimos nuevo conocimiento y nueva percepción a sabiendas de que es mucho más que de pelos desordenados de lo que debemos preocuparnos cada nueva mañana.

El que obedece sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él, ¿cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el espíritu que nos dió”. I Juan 3:24
 Al entender esto , es importante entender también que constantemente y cada amanecer tendremos que vernos en algo así como un  "espejo celestial"  que nos revelará los defectos más profundos de nuestra alma con la única y vital intención de que podamos  reconocerlos  y sentirnos lo suficientemente incómodos con ellos para cederlos a la mano directa que interviene a favor nuestro, desenredándolos poco a poco  en amor, en el amor único que penetra hasta lo más hondo y nos hace recapacitar, nos hace despertar y buscar más su presencia  para encontrar la real sanidad interior.

¿Qué encontraremos  al cederle a Dios espacio y darle acceso para arreglar con libertad nuestro ser? 
Bueno lamento tener que aceptar que solo nos encontraremos con lo  peor de nosotros mismos y de nuestros pensamientos!

Pero la buena noticia es que Dios tiene el poder de hacer todo nuevo, de usar los mejores perfumes y las mejores vestimentas para hacernos lucir espléndidos logrando que  hasta  lo más ruin de nuestra propia humanidad inexperta sea convertido  en luz.
Luz que usa como bendición en nuestra vida
 Luz que lo refleje a El y solo a El.
Luz que nos acerca más a Su presencia, a la del Padre Celestial y nos hace crecer... madurar.
Hoy al verme en ese espejo celestial, me descubrí más defectos de los que quisiera tener que aceptar... creo que  por eso nació esta nota...pero en Su gran amor, e  infinita misericordia  se me recordó que su mano transformadora constantemente  cuida del corazón de sus hijos limpiándolo con mucha cautela y paciencia para llevarlo hasta un lugar especial , algo así como un salón de belleza celestial, único, excelente y lo mejor de todo gratuito.
Solo con sus manos perfectas retocando nuestra alma podremos reflejar la imagen real de nuestro amado Padre Celestial de la forma que El merece; mucho más limpios y frescos para enfrentar la vida con luz real.


"Así todos nosotros que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu" 2 Corintios 3:18

"...porque la oscuridad se va desvaneciendo y ya brilla la luz verdadera..."
1 Juan 1:8




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