Sensibilidad. Por Paola Troz




La sensibilidad se hace TAN necesaria en medio de un mundo donde pareciera estar en serio peligro de extinción...

Con ella se puede ver cara a cara y desde una nueva óptica  la necesidad, el dolor, el desánimo de nuestra sociedad, o de las personas alrededor nuestro que carecen de Fe porque no conocen a su Autor íntimamente.

La sensibilidad ayuda a  combatir estos males desde donde nacen...
desde la raíz haciendo algo al respecto y dando el ejemplo.

Sin sensibilidad al entorno donde estamos no puede haber  comprensión al dolor, no puede haber empatía y por ende no pueden ejecutarse las acciones necesarias que brinden la ayuda adecuada a quien esté necesitado.

El libro de Hebreos 12:2 nos dice que  Jesús es el autor y consumador de la Fe.

Autor porque Él la crea, consumador porque acciona por amor demostrando su esencia vital por cada uno de nosotros en una cruz con esas  acciones.

 Jesús estuvo cerca, abrazando, escuchando, exhortando, sanando, consolando y  por sobre todo AMANDO.
Tuvo un corazón sensible al dolor y  a la necesidad.


Al ver las multitudes, Jesús tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor” Mateo 9:36

El continua hoy día cerca si nuestro corazón es lo suficientemente sensible para percibirlo con fe y aprender a ver a los demás tal y  cómo él los pudo ver.
Muchos andan por la vida sin esperanza, sin fe, sin fuerza...
Jesús lo sabe y necesita corazones sensibles dispuestos a luchar contra estos males..


“La cosecha es abundante pero son pocos los obreros”.. Mateo 9:37

Desarrollar sensibilidad en el corazón y en el accionar diario, nos ayuda a alejarnos de  nosotros mismos y nos enseña a acercarnos a los demás y a a sus necesidades o inquietudes.

Un simple acto da amabilidad, una sonrisa, un conversación cálida con alguien son actos de amabilidad que pueden mostrar la sensibilidad que refleja a Jesús en persona a través de tu persona.

Al desarrollar la sensibilidad podemos encontrarnos  y sorprendernos para bien con un nuevo ser dentro de nosotros mismos, un ser transformado por el Espíritu Santo de Dios que habita en nuestros corazones y que muchas veces desconocemos por completo, pero que es tan necesario para nuestra sociedad hoy.


Si nuestros ojos realmente los ponemos en Jesús, con su ejemplo de amor 
por la humanidad y su sensibilidad, comprendemos  que  necesitamos aprender a transformarnos  en personas  más sensibles y accionar basados en el ejemplo del AUTOR  por excelencia:  ¡JESUCRISTO!

Seamos sus obreros en el campo hoy, permitámosle sensibilizarnos porque al hacerlo somos transformados en nuestro interior y eso nos acerca indiscutiblemente más a El y a su corazón.

Porque la ceguera es un mal que pareciera que  generalmente  padecen las personas que pueden ver ; personas con sus ojos “completamente sanos” y que incluso  dicen conocerle y servirle.


Por eso pongamos nuestros ojos en Jesús y el nos enseñará a ser sensibles conforme a su corazón y a su voluntad.

Oremos por la fe y la  sensibilidad necesaria en nuestras vidas  para heredarla, enseñarla y aplicarla con orgullo a las futuras generaciones y al lugar donde estemos sin importar cuál sea.

Oremos por líderes, pastores, gobernantes y familias con corazones sensibles...

Sensibles a las personas que están a su alrededor, a su dolor, y sus carencias...
Sensibles al corazón de Dios.
Sensibles a Su voz y Su voluntad.


Oremos por una sensibilidad sana y orientada  directamente por el Espíritu Santo de Dios para ayudar  a quien más lo necesite.

¡Una sensibilidad que pueda incomodar nuestro propio egoísmo para desterrarlo por completo!

Cuando destruimos nuestro propio egoísmo, le permitimos a la sensibilidad NACER!!


Por eso estemos atentos adonde quiera que nos encontremos, ya sea en el supermercado, en el transporte público, caminando por la acera o incluso dentro de  nuestra propia familia, o en nuestra propia iglesia
porque hay necesidad...

Necesidad viva de una sensibilidad viva...

esa que proviene de más allá de nuestra humanidad porque viene directamente del 
Padre Celestial.

Seamos esa voz de esperanza y de consuelo mientras podamos porque la sensibilidad es  sin duda un Bien NECESARIO esta tierra  HOY.

Seamos con nuestras vidas, nuestra obediencia y sensibilidad esa arma poderosa en amor que transformará ambientes donde los corazones más secos y necesitados tendrán un encuentro con el verbo hecho carne a través de la Palabra de Dios en nuestras vidas.





“ Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo”
Mateo 9: 38

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