Triunfo. Por Paola Troz.

¡En una cruz se peleó la más grande batalla por la humanidad.
En una cruz se venció!


Hoy tenemos libre acceso al trono de la Gracia por esa entrega voluntaria, asombrosa y valiente…

Hay acceso a la  salvación y al perdón por nuestros errores más profundos y solo a través de la cruz es donde se inicia nuestra transformación.


Donde podemos iniciar de nuevo...
Una nueva oportunidad para cada alma que la quiera aceptar.


No hubo ni habrá amor más grande que ese.
No hubo ni habrá otro sacrificio más importante.
 Ningún otro ser puede ocupar Su lugar


Solo Él ,
Jesús, el Hijo de DIOS.


¡Camino, Verdad y Vida!


Su aseveración causo inspiración y esperanza y dicha eterna en muchos pero también generó furor e indignación en en otros.

Su misión redentora nos traería comunión eterna.
Nos heredaría un consolador para que habitara en nosotros hasta que regrese:

Su Espíritu Santo
para dirigirnos, consolarnos ,
y para revelarnos a Jesús con cada una de sus palabras de vida eterna.






"Todo consumado es"
Juan 19:30



Fue a partir de esas palabras que  nuestra herencia cobro vida,
a partir de su último aliento de vida, que nos abriría el camino a la vida eterna.

 Hoy como hijos y a través de esas palabras tenemos un poder mayor que nosotros mismos, el cual  nos autoriza a establecerlo como Rey en cada oración que elevemos al cielo.


¡A Él le fue dado el nombre sobre todo nombre!
Nombre que sana, liberta y restaura,
nombre en el que se resume la palabra amor porque Dios es amor.


El Nombre de Jesús.

Su victoria es nuestra victoria, y su triunfo la garantía de nuestra eternidad.





¡Bendito sea Su nombre y Su triunfo en la cruz!

¡Bendita su resurrección que con ella establece que a la muerte venció!


Su Victoria nos heredó Salvación. 
Su Sacrificio nos heredó comunión.
Su nombre nos da identidad y nos brinda la Victoria HOY.

Su fuerza nos corona como sus hijos y nos da una nueva identidad cuando tenemos la humildad de reconocer que sin su gracia y su perdón jamás podríamos alcanzar misericordia.


Desde el lugar más humilde se posicionó en el lugar más alto y sublime.






"Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra,… 

( Filipenses 2:8-10)



Jesús nuestro ejemplo de obediencia, valentía y entrega incondicional de amor absoluto y el único que nos puede transformar y transformar nuestra condición.


Su amor inagotable está tan vivo y tan real todavía hoy para todo aquel que le permita entrar y reinar.


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