Paciencia de Bouganvillea. Por Paola Troz
Las plantas son algo nuevo en mi en este período de mi vida.
Nunca antes me gustaron tanto como para comprar cuanta planta me encuentre cada vez que tengo la oportunidad. Ahora todos los jardines que veo captan de inmediato mi atención.
Estoy aprendiendo de todo sobre jardinería y como plantar correctamente para lograr obtener abundantes flores.
Sin embargo debo confesar que esto ha sido más difíficil de lo que yo me había imaginado pues requiere de mucho tiempo...
Paciencia.
Si, algo en lo que Dios trabaja conmigo cada día.
Y la jardinería, así como muchas otras situaciones de la vida requieren que abone una importante dosis para ver resultados.
Aún cuando visualicemos con todas nuestras fuerzas el jardín perfecto en nuestro propio hogar, esto tomará meses para lograrse.
Es un proceso.
Un paso a paso y día a día.
Paciencia.
Aquí estoy, finalmente comenzando a trabajar en mi propio jardín en mi hogar, y justo cuando según yo estaba tan lista para sentarme a disfrutarlo en mi cómoda silla mental creyendo que era super fácil, a Dios se le ocurre que debo iniciar de cero.
Así que compré una hermosa bouganvillea llena de flores rosadas para aprovechar el verano y que la planta abrazara toda la pared del patio trasero .
Esperaba que todas esas flores que traía, se esparcieran rápidamente y decoraran mi pared.
“Va a ser fácil pensé,
trae muchas flores”
Luego de dos semanas de haberla trasplantado, sus flores comenzaron a caerse y la planta literalmente comenzó a secarse toda!
Simplemente no entendi.
Y sí leí al aprender de jardinería que había que regarla todos los días!
Ahí iniciaron una seria de preguntas filosóficas de la vida para Dios:
¿Ahora cuánto tiempo va a tomar para que mi pared se llene de flores?
¿ va a sobrevivir mi bouganvillea?
¿Qué se supone que haga cuando una cosa de estas pasa, arrancarla o plantar otra?
"...Habla vida sobre ella"...
fue Su respuesta.
Queremos las cosas buenas, pero no estamos tan dispuestos para esperar lo que se requiere para ganarlas y conquistarlas.
Toma tiempo hacer que las cosas crezcan y toma más tiempo hacer que florezcan.
Queremos caminar sobre las cosas que si vemos, pero como nos cuesta caminar como nos invita Su Palabra sobre las cosas que NO vemos.
Todo lo bueno requiere sacrificio, y ahí estamos queriéndolo, pero no estamos dispuestos a sacrificarnos.
“...pues no ofreceré al SEÑOR mi Dios holocausto que no me cueste nada...”
2 Samuel 24:24
Una mañana vino un jardinero a ayudarnos a cortar el zacate, así que aproveche y le pregunte por mi bouganvillea seca y qué opinaba él al respecto.
Sus palabras:
“Dele tiempo, todavía hay esperanza en las dos hojitas verdes que le quedan...”
fueron sus palabras sabias.
Dos hojitas verdes
más tiempo...
Habla vida y
Paciencia una vez más.
Todos nuestros tiempos también.
Una vez que comprendemos que nuestras vidas y proyectos no son nuestros,
comprendemos también que El los ejecutará conforme a Su Soberanía y voluntad.
Definitivamente pienso en mi misma como ese jardín que El está planeando, plantando, regando y en el que cada día trabaja con paciencia.
Le escucho hablar sus palabras de amor y esperanza vivas una y otra vez sobre mi.
Mis únicas dos hojas ahí para que El tenga esperanza en mi.
Esperanza para iniciar su obra una vez más.
Luego de un mes y medio , las ramas secas comenzaron a tomar color. Mi bouganvillea comenzó a reverdecer más rápido de lo que yo misma me imaginé!
No solo sus hojas empezaron a extenderse y tuve que comprar ayuda para sostener sus ramas, sino que ya tiene no dos sino muchas hojas verdes y dos bellos pequeños bouquets de flores rosadas!
Nacidas en casa,
Nacidas en mi jardín y bendecidas por la esperanza!
La Palabra de Dios trae vida e ilumina nuestro espíritu mientras que la paciencia en nuestro interior es restaurada.
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Juan 6:63
Mientras disfruto cada mañana los pequeños bouquets de flores de mi bouganvillea agradezco al Señor por Su misericordia, Su amor y Su Esperanza en mi vida.
Por su Paciencia conmigo a pesar de mi misma.
Dejo que Su Presencia y Su Palabra refresquen como agua pura cada una de mis hojas y mis flores con palabras de vida.
Por alguna razón todos y cada uno de mis planes en el Señor requieren confianza, por eso aquí continuaré
En quietud confiando.
En quietud esperando.
y en quietud con esperanza.
En silencio creciendo y fortaleciendo mi ramas de la mano de mi Jardinero personal experto, justo como mi bouganvillea lo hace cada día!
Esta palabra me la dio Dios un día hace como dos años con este cuadro en piedra que me fascinó y lo compré de inmediato para cuando un día tuviera mi propio jardín.
Hoy la declaro cada mañana y continúo hablando vida Para Su Gloria.
La Gloria de mi AMADO Jardinero.
El Señor te guiará siempre;
te saciará en tierras resecas,
y fortalecerá tus huesos.
Serás como jardín bien regado,
como manantial cuyas aguas no se agotan.
Isaías 58:11
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