Movidos para Impactar. Por Paola Troz.

Una de las cosas que me impacta del libro de Hechos es la abundancia de eventos más allá de lo racional que presenta.
 Eventos donde no prevalece la lógica humana sino lo asombroso del Espíritu Santo actuando a favor de los discípulos obedientes y sensibles a Su voz.

Se ven situaciones donde los milagros acontecían de manera natural como parte de un respaldo divino para acercar corazones a Cristo y nos presenta a discípulos empoderados por el Espíritu Santo que continuaron trabajando y esparciendo el Evangelio por el mundo una vez que Jesús en persona ya no estuvo más con ellos.

Un trabajo que lograron exitosamente no por fuerza, ni por poder, sino por Su Espíritu.

Ese Consolador del que tanto les había hablado Jesús mismo antes de ascender al cielo.

“ Pero cuando venga El Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir” 

Juan 16:13

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." Mateo 28:19

Felipe obedece la indicación que le da un ángel del Señor de dirirgirse a un lugar en específico. En el libro de Hechos 8:26

Al obedecer esta orden, se encuentra en el camino  con un etíope de un  influyente cargo y que dice la Biblia había ido a Jerusalén para adorar y a su regreso venía leyendo las escrituras. 

El etíope tenía hambre y sed de Dios.

El etíope adoraba.

Me gusta muchísimo la misión de Felipe en este relato de Hechos y como El Señor se la confía. Sin duda una vez que se da el empoderamiento del Espíritu Santo en la vida de alguien, inician las instrucciones y los eventos sorprendentes que le permiten entender que su dependencia es absoluta al Señor.

¡Las misiones son específicas y los propósitos profundos pero sobre todo divinos!

Algunos de los detalles importantes en la obra del discípulo que trabaja para el Señor a tomar en cuenta los encuentro en esta misión que se le dió a Felipe.

1-Obedece la instrucción del angel de inmediato. Orden general que proviene del cielo mismo y que el como discípulo no cuestiona ni un instante.

2-Al hacerlo, escucha la voz del Espíritu “Acércate y júntate a ese carro”. Orden personalizada del Espíritu hacia la misión específica de un hijo a quien aún no se le anunciaba lo que habría de suceder.

Poco a poco se iba acercando al propósito divino previamente establecido...

Un paso lo llevaba a dar el próximo...

guiado por El Espíritu de Dios.

3-Una vez que sube al carro, de inmediato se entera de cuál será su misión. 

El Espíritu Santo quería revelarle al etíope la interpretación correcta de lo que leía en las Escrituras.

Esto era indispensable ya que lo que comprendiera sería lo que este hombre con sed de Dios  iría a compartir desde su lugar de influencia.

El Etíope venía de adorar y ahora era el tiempo de conocer más de cerca a Quien adoraba revelado directamente por alquien que le conoció en persona y ese maravilloso día obedeció al cumplir la misión que se le encomendo.

El  etíope mismo pidió ser bautizado, pues entendió la importancia de hacerlo tan solo con una conversación llena del Espíritu Santo  recibiendo respuestas directas de Dios  a partir de su adoración!

“ Pero les digo la verdad: les conviene que yo me vaya porque si no lo hago, el consolador no vendrá a ustedes;en cambio,si me voy, se lo enviaré a ustedes. Y cuando el venga, convencerá al mundo de su error.”  Juan 16: 7

¡El Espíritu Santo vino hasta la vida de este etíope y en esa revelación asombrosa pudo alcanzar a toda una generación en Etiopía ! Pero es necesario:

Obedecer como discípulo.

Escuchar como hijo.

Actuar teniendo la revelación del Espíritu y Su Palabra para compartirla. 

¡Al ejecutar ordenadamente estos pasos algo sobrenatural sucede!

“ Cuando subieron del agua, el  Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo pero siguió alegre su camino. En cuanto a Felipe apareció en Azoto, y se fue predicando el evangelio en todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea” 

Hechos 8: 39

¡Así como El Espíritu Santo lo guió hasta un lugar, el mismo Espíritu Santo se encargó de llevárselo a otro! 

Algo asombroso y real que le acontece a quien entiende que para Dios todo es posible.

No creo que exista algo como una fe racional donde debo como persona comprender todo  con explicaciones lógicas de acontecimientos como estos; porque la Biblia me dice que no nos conformemos a este mundo, sino que seamos transformados en la renovación de nuestro entendimiento. Romanos 12:2

Nuestro entendimiento tal y como está necesita ser renovado por el Espíritu Santo o de lo contrario nos limitaremos y no podremos ver todo lo asombroso que Dios quiere enseñarnos; así como las misiones que tenga para confiarnos.

Necesitamos aprender a seguir los pasos de la iglesia de esta época de Hechos porque es así es como veremos cosas asombrosas suceder que impactarán pueblos y generaciones .

Si nos movemos, Su Espíritu Santo se encargará del resto;

nos guiará, alentará y  nos impulsará para avanzar

¡Seremos movidos para impactar!

Es por esto que si tenemos hambre y sed de Dios como el etíope, es tiempo de buscar respuestas del Señor y disfrutarlas al máximo cuando lleguen para luego ser testigos de ellas.

Y si tenemos misiones como Felipe es tiempo de obedecer y ver la obra en vivo y a todo color del Espíritu Santo respaldando con Su amor y fortaleza.

Dios es el mismo y no cambia.

Sus milagros sorprendentes continuan impactando a millones por el mundo.

Todo lo que se necesita es más valentía, más humildad y tiempo a solas con Dios para entender Su voluntad.

¡Recuerda Iglesia, es tiempo de despertar y movernos!

Tiempo de empoderarnos con el Espíritu Santo y tiempo de ACTUAR para impactar!

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." Mateo 28:19