Vida a nuestra fe. Por Paola Troz.
Una frase muy impactante de Jesús refiriéndose a la muerte de Lázaro fue,
"Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado" Juan 11:4 .
Ninguno de los que le acompañaban pudo comprender en ese momento que Jesús anticipaba con la muerte de Lázaro Su victoria y Su poder sobre la muerte.
Sabía que cuando resucitara luego de ser crucificado, habría muchos que dudarían de él o de que eso fuera cierto.
Sin embargo, esa enfermedad y posterior muerte de Lázaro fue el detonante ideal para que cuando se asomaran las dudas en los corazones de muchos que estuvieron muy cerca de él, brillara el recordatorio de que Él tenía el poder para vencer.
¡Sus palabras son verdad!
"Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mi vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mi no morirá jamás" Juan 11:25
Vencer a la muerte no fue el problema más grande que tuvo Jesús.
El problema más grande que enfrentó Jesús fueron los corazones incrédulos y llenos de dudas ante las maravillas de Su Gloria.
Lázaro representaba la ruta ideal para mostrarle a las personas que la muerte no era un problema para Jesús, más bien fue elegido para que el Maestro mostrara al mundo Su poder y la fuerza de su fe en acción, de manera que hoy nosotros la podamos poner en práctica de la misma forma y con la misma certeza.
Lázaro fue el recordatorio posterior al mundo entero, para que cuando vinieran las dudas luego de la resurrección de Jesús no hubiera excusa alguna en la boca de nadie y así lo recordaran todos.
Tan solo bastaron tres palabras de la boca de Jesús para que la muerte misma le obedeciera.
Tan solo bastaron tres palabras de la boca de Jesús para que la muerte misma le obedeciera.
“ Lázaro, Sal fuera!”
Juan 11: 43
Hoy día muchos cristianos necesitan despertar su fe enferma o muerta
de la misma forma que Jesús nos enseñó.
Muchos hoy día deben remover piedras de sus corazones y sus mentes.
Es un trabajo que demanda algo de nosotros...
Nuestra salvación fue comprada gracias al sacrificio de Jesús en la cruz.
“ Quiten la piedra”- ordenó Jesús.
Juan 11: 39
Nuestra salvación fue comprada gracias al sacrificio de Jesús en la cruz.
Como hijos debemos valorar ese precioso regalo y cuidarlo celosamente con una vida que le honra ; pero muchas piedras en nuestra fe deben aún ser removidas para que se fortalezca, sea sana y se levante con poder y acción.
Trasladar esa esperanza al mundo que necesita de tanto amor como hijos es nuestra misión.
¡Juntos y fortalecidos así como Lázaro, seremos testigos del poder y la gloria de Dios!
“¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?”
Démosle VIDA a nuestra fe
Démosle acción y
Démosle La Gloria al REY!
Jesús venció sobre la muerte.
La muerte no lo pudo retener.
¡Su promesa de resurrección es real y se adquiere a través de la fe.
Cuando su Espíritu Santo mora en tu vida, todo se transforma con poder!
"Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros." Romanos 8:11
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