Corazones de paja. Por Paola Troz
Los reyes viven en palacios reales, con vestimentas majestuosas, lujos y títulos que todas las personas reconocen; custodiados por ejércitos de máxima seguridad y es imposible acceder a ellos con facilidad.
Recuerdo un cuento en particular, donde el rey de la historia tenía un corazón genuino de servicio por su pueblo y se quitaba sus trajes de gala para disfrazarse de pueblerino y poder así infiltrarse entre su gente, conocer sus necesidades reales y brindarles la ayuda que ocupaban.
Jesús el Rey de Reyes, El Hijo de Dios que visitó la tierra, y se despojó del Reino Celestial para venir a hacerse como nosotros, pudo haber iniciado su reinado en un palacio de cristal, con muchos sirvientes recibiéndole y atendiendo a María mientras daba a luz; con el título y reconocimiento respectivos, y evitarse así muchas incomodidades y situaciones de peligro.
Pero no fue así.
"...quien siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos..." ( Filipenses 2:6 )
El inició su reinado en un humilde establo.
Probablemente sucio y mal oliente, rodeado de muchos animales y bastante frío.
Lo inició donde ningún ser humano lo hubiera imaginado o donde ninguno de ellos lo hubiera iniciado.
Solo unos cuantos escogidos supieron la gran noticia de su nacimiento en un lugar alejado pero protegido por miles de ángeles, donde su fuente de calor vendría de un sencillo material, la paja del pesebre.
Ese pesebre se convertiría en el palacio real donde sí pudo nacer un Rey Genuino
Un REY de Linaje Celestial.
Un Rey como nunca hubo y como nunca habrá.
Desde la perspectiva humana, un palacio de cristal hubiera sido la mejor elección, pero desde la perspectiva espiritual... esa jamás fue una opción...
Hoy nosotros sus hijos podemos hacer de nuestro corazón un humilde pesebre para darle un espacio al Rey de Reyes.
Un espacio sencillo para que venga a nacer y habitar Jesucristo ahí, porque una vez que nace, todo se llena de luz.
Cuando Jesús nace en una vida, aún lo más sucio se transforma en sagrado.
De alguna manera representaba el estado real de la humanidad donde Jesús con Su divinidad tenía que entrar para restaurar.
Pues solo Su presencia tiene el poder de remodelar nuestras vidas de pesebre y convertirlas poco a poco en Palacios de verdad.
Palacios dignos de Su Rey, el Rey REAL!
Donde El se place,
donde EL pueda sentirse a gusto.
Donde El pueda habitar con su luz y majestad.
donde EL pueda sentirse a gusto.
Donde El pueda habitar con su luz y majestad.
Solo nosotros sabemos en lo profundo de nuestro ser cuál es la condición real de nuestro corazón el día de hoy para que Dios nazca, no debe ser perfecto.
Paja es todo lo que se necesita para iniciar...
para darle calor a Un rey que espera con ansias nacer en nuestras vidas y reinar con Su dulzura.
Paja es todo lo que se necesita para iniciar...
para darle calor a Un rey que espera con ansias nacer en nuestras vidas y reinar con Su dulzura.
El habitar de Dios, trasciende a los templos construidos por manos de hombres y que parecen castillos de cualquier denominación religiosa, porque nosotros mismos somos Su propio templo, iniciando con un corazón sencillo y calientito…
como de paja.
Un corazón que lo reciba con voluntad abierta, necesidad absoluta y fe.
Esto es más que una historia, porque tenemos un Rey Genuino que nació , creció y reinó entre nosotros con milagros y la aprobación del Padre Celestial.
Nos entiende porque no solo se vistió como nosotros, sino que vivió nuestras batallas de vida y supo en cuerpo y alma lo que era el rechazo y lo peor del ser humano.
Aún con todo amó...Dejándonos legado y herencia eterna.
Aún con todo HOY sigue amando...
Aún con todo sigue buscando corazones de paja para renacer cuantas veces sea necesario.
Tenemos un Rey que se pasea entre nosotros hoy.
En medio del dolor consuela, y en la angustia abre nuevas sendas. Habitando en los corazones que desean su Presencia.
Y cuando entra a hacer morada, se encarga de iniciar un proceso de limpieza con todo lo que debemos cambiar y transformar en nosotros mismos para hacer de nuestras vidas pesebres dignos de un REY.
Pesebres que al ver la belleza de Dios en ellos vivan en nueva y constante Adoración creciendo en su identidad de HIJOS!
Donde la única corona que brille por siempre sea la de EL Rey Real y duradero cuyo Reino no tendrá final.
Un rey que por voluntad propia dio su vida en sacrificio por amor a su pueblo,
amor genuino, amor de verdad.
Que nuestro Rey encuentre el calor de nuestro corazón,
y que ese corazón inevitablemente se postre ante el Poder de Su Presencia.
Porque ha nacido YA , ha vencido YA para permanecer y Reinar Eternamente y para Siempre!
AMEN!
Donde la única corona que brille por siempre sea la de EL Rey Real y duradero cuyo Reino no tendrá final.
Un rey que por voluntad propia dio su vida en sacrificio por amor a su pueblo,
amor genuino, amor de verdad.
Que nuestro Rey encuentre el calor de nuestro corazón,
y que ese corazón inevitablemente se postre ante el Poder de Su Presencia.
Porque ha nacido YA , ha vencido YA para permanecer y Reinar Eternamente y para Siempre!
AMEN!
"...y al manifestarse como hombre, se humilló a si mismo y se hizo obediente hasta la muerte,¡ y muerte cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre. "
(Filipenses 2:8-11)
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