Herencias y pasiones. Por Paola Troz.
Mi abuelo Orlando que en paz descanse, fué uno de los pilares más importantes que Dios usó para transformar mi vida. Para ayudarme a buscar más de Dios y crecer en El.
Era un hombre maravilloso, que probablemente no tenía propiedades o negocios propios con títulos importantes ; ni era millonario o algo por estilo.
Pero sí que conocía de Tesoros...
Hoy recordándolo puedo decir con seguridad que me heredó con la mejor de las herencias que una persona puede recibir porque me presentó a Quien sería por el resto de mi vida mi Mejor Amigo y mi Mayor Adoración.
Me presentó a Quien traería a mi vida sanidad, restauración y una transformación mayor que mi limitada humanidad.
Me acercó para siempre a Quien me mostraría un poder capaz de avivar lo que dentro de mi podría parecer destrucción, muerte y dolor.
El me presentó al Padre, al Hijo Jesucristo y a el perfecto poder del Espíritu Santo.
Abuelo Orlando con su vida brillaba a Jesucristo adonde quiera que estuviera; y cuando comenzaba a hablar de El, parecía que nada lo detenía.
Recuerdo siempre escucharlo a lo lejos conversando con otros, con el que fuera.
Muchas veces conmigo de cerca también...
Recuerdo verlo abrir la puerta de su casa y ayudar al necesitado.
Recuerdo escucharlo cantar en todo tiempo alabanzas al Señor.
Recuerdo Su bendición hablada de siempre sobre nuestras vidas.
Pero sobre todo recuerdo la paz que reflejaba todo su ser, y su pasión por Jesucristo.
A el simplemente no le importaba el hecho de que alguien pudiera criticarlo o burlarse de él por ese inmenso amor o por esa inmensa pasión.
Ese amor tan grande por Dios caló muy
profundo dentro mi ...
Fué mi herencia de nieta y por alguna razón celestial recorre todas mis venas.
Amado Abuelo Orlando
Hoy Jesús se ha convertido en el centro de mi vida y de mis propósitos al cantar y adorarle, al escribir y hablar o compartir de El.
Ahora la puedo vivir intensamente dentro de mi ser; de una manera personal e íntima.
Jesús se ha convertido en mi pasión.
Al acerarme hoy a un pasaje como Romanos 8, puedo comprender mejor que esa herencia trasciende a una relación de parentesco terrenal o de sangre,
pues descubro que tengo un título que va más allá de ser “nieta” de alguien tan maravilloso como mi abuelo Orlando en esta tierra.
Pues comprendo que soy hija de Dios
y que por ende tengo una herencia celestial en Cristo Jesús.
De una forma especial puedo querer honrar a mi abuelito por su herencia en esta tierra para mi familia y para mi;
pero de una manera más especial aún anhelo honrar a Mi Padre Celestial Quien me hereda espiritual y eternamente!
Y aunque no puedo acceder directamente ahora a una figura tan importante como mi abuelito para pedir una bendición declarada, gracias a su herencia puedo vivir diariamente bendecida por Un Dios cercano y Poderoso que declara en grande para cada uno de sus hijos.
Un Dios que recorrerá las venas de absolutamente todo mi ser por la eternidad...
Porque aunque parezca que la realidad del mundo nos cautiva y aprisiona, o trae dolor por el pasado y por ausencias temporales, la realidad de Jesucristo y nuestra identidad en El nos liberta!!
" Porque todos los que son guiados por el espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar Abba ! Padre!.
El espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con el en su gloria. "
Romanos 8:14.
Romanos 8 nos recuerda que somos HIJOS! y que tenemos herencia celestial!
tuvidaenarmonia.com.mx
Vivamos como HIJOS !
Cuidemos celosamente esa herencia única!
Y sobre todo disfrutemos de nuestra Herencia celestial en esta tierra
porque aún cuando ya no estemos en ella la seguiremos gozando majestuosamente con El Padre; pues nos sella para la eternidad
con la mejor identidad que podamos recibir
La de ser llamados sus Hijos!
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