El reposo de la mariposa. Por Paola Troz

La mariposa tiene un vuelo bastante particular porque revolotea.

Ella se desplaza con tranquilidad aún cuando el viento parece golpear sus delicadas y coloridas alas.
Sin importar cuán difícil parezca, lo logra y llega hasta el lugar especialmente diseñado para ella… 
un lugar donde encuentra alimento y reposo del inquieto viento.


En realidad sus pequeñas alas son más fuertes de lo que aparentan...

Cuando la mariposa reposa, extiende sus alas y apreciamos su belleza en todo su esplendor.

 
Nuestras mentes se parecen mucho al revoloteo de la mariposa pues algunos pensamientos aparecen como fuertes brisas que golpean nuestras preciadas alas y obstaculizan de uno u otra forma nuestro vuelo;
pareciera que llegar al reposo ansiado de nuestro destino final se complica. 

Nuestra mente puede ser tan frágil como el ala de la mariposa pero también puede ser más fuerte de lo que estamos enterados porque fue tan delineada por los dedos de Dios, como las mismas alas de estos bellos insectos.

Tanto ruido alrededor nos distrae y nos cuesta encontrar tiempos de reposo para apreciar lo que en medio del desorden social no podemos escuchar. 

 En medio de ese gran esfuerzo al agitar nuestras alas, en el silencio de nuestro interior una voz nos recuerda día a día cuanto nos ama...

Nos recuerda que tenemos un propósito establecido desde antes de la creación del mundo y aunque nuestra mente nos quiera hacer creer lo contrario por tanto ruido y distracciones, la verdad es que Dios nos invita a descansar en las promesas de Su palabra todos los días , en sus brazos llenos de amor y sus maravillosos planes con la vida y los colores particulares y únicos  que El nos dió. 

Busquemos ese reposo para escucharlo y redireccionarnos.

Cuando le permitimos a nuestro Padre Celestial ser el motor, la inyección de energía y la potencia de nuestro espíritu, nuestro día comienza diferente. 

Los fuertes vientos que parecen querer obstaculizarnos, son los mismos que Dios usa para impulsarnos porque en SU presencia podemos encontrar una renovación constante y transformadora cada día del calendario.




“ Oh Jehova, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré.
Decía el
el salmista David en el Salmo 5:3.


Sin duda es  la mejor forma de comenzar nuestro día, nuestra semana , nuestros sueños, proyectos, o vida entera.

Si tan solo lográramos hacer volar nuestra mente de la misma forma que lo hace la mariposa a pesar del viento en su contra… y llevar todos nuestros pensamientos cautivos a la orden de Cristo Jesús. 

Si tan solo nuestra motivación de buscar a Dios nos hiciera querer desde lo más profundo de nuestro ser llegar hasta ese lugar de reposo verdadero, ese lugar donde podemos aprender a reposar como lo hace la mariposa al encontrar su destino...

Un destino de quietud y de confianza donde encontramos fortaleza y alimento. 

Un lugar de refugio y protección.

Ese asombroso destino creado para nosotros nos espera.

No sabemos su color o su fragancia, pero sin duda encontraremos una fascinante sensación de reposo al llegar ahí.

Un lugar donde se unirán  la quietud y la confianza para  encontrar una nueva fuerza

nueva fuerza para continuar el vuelo...

Volemos con constancia y perseveremos como lo hace la mariposa a pesar del viento fuerte , porque ella lo logra; y si ella puede, nosotros también podremos!

Cuando ella vuela podemos contemplarla en todo su esplendor y con toda su  belleza. 

De igual forma Dios contemplará nuestro vuelo al realizarlo con valentía y  ese vuelo estará resguardado e impulsado por  Su mano, la mano del Eterno Padre Celestial que nos estará observando deslumbrado y orgulloso de nosotros sus hijos, su amada creación.






 "En quietud y en confianza será tu fortaleza"
Is 30:15

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