Con una gota de agua... no basta. Por Paola Troz

Iba corriendo a un buen ritmo  en  el campus universitario de mi país; Iba muy concentrada controlando todos los detalles: 
tiempo, respiración, pulsaciones.

Había muchas personas corriendo y por lo general todos tomamos esa misma ruta. Me gusta seguir a quienes llevan el ritmo parecido al mío para  no quedar sola en los lugares más apartados y aprender de ellos.
Corrimos juntos por un buen tiempo hasta que  mi garganta comenzó a secarse , me  deshidraté, y sabía que necesitaba un sorbo de agua para continuar... solo un sorbo, nada más.

¿O quizás una gotita?...

Sabía exactamente donde se ubicaba una fuente de  agua que solucionaría mi problema evitando que yo quedara desmayada en el Campo de la Universidad , pero  faltaba bastante para llegar hasta el  lugar, y por supuesto el grupo iba a continuar a su ritmo y yo tendría que  detenerme y apartarme de ellos.
 
Lo cierto es que mi garganta estaba seca,  y a veces algo similar ocurre con el alma... 
 o con nuestras motivaciones para continuar...

Pueden secarse cuando menos esperamos...
 
"Que desesperación tan grande cuando tenemos la  urgente  necesidad de algo tan vital como el agua para subsistir, y sobre todo para continuar", pensé.

Al separarme del grupo y quedar sola, pensaba en la importancia de  recordar durante esta extenuante sed dónde están ubicadas nuestras fuentes de agua , nuestra provisión indispensable para avanzar a un buen ritmo  y continuar nuestra maratón de vida equipados  de la manera correcta.
Muchas personas andan por la vida con el alma seca y no saben adónde  pueden encontrar provisión real y eficiente para saciarse. 
Otros se encuentran desorientados y aún al ir al ritmo de las demandas de la sociedad o lo que se encuentre de moda, no tienen idea de como saciarse, o de cómo llegar hasta  la fuente que provee fuerza,pero


Si en el tiempo correcto, buscamos la fuente correcta, nuestra   respiración se equilibrará y
todas las pulsaciones inquietas de un cansado corazón volverán a  estabilizarse poco a poco...

De igual forma en nuestra vida espiritual, si buscamos a Dios en los momentos de angustia y desesperación nos basta con una gota de Su amor que hidratará todo nuestro ser en instantes



Una gota  de agua de SU amor puede transformarlo todo....





 
 Pero nuestro Dios quiere brindarnos más que eso,  mucho más que una gota...
 
El  Quiere que ríos de agua viva corran en nuestro interior para saciar toda  la sequedad  que aqueje el alma, e hidratarnos con Su dulce amor. 

 Nuestro Padre Celestial en medio de la sed, además nos enseña a depender exclusivamente de El, para que  nuestros tiempos y ritmos queden bajo Su Soberano y Perfecto cronómetro.
 
En mis momentos de sed, sé  que con una gota de agua  basta para hidratar mi vida.
Una gota de SU amor...
En mis momentos de sed, me aparto y me separo del grupo que me distrae para suplir mis necesidades vitales...

Necesidades de orientación y paz...
En mis  momentos de sed,  Sé adónde está mi   fuente de agua más cercana…. 
Y corro con desesperación a ella para  saciar  mi interior.

En mi sed  me acerco a Su Palabra en oración y  a Su perfecta Presencia que transforma todo alrededor...

Jesús...

Somos hijos! Y Su respuesta es inmediata al clamar Su Nombre!
 
 Tan solo necesitamos un corazón sediento y dispuesto para correr con todas nuestras fuerzas y llegar hasta ese lugar...

El lugar donde con una gota de agua en realidad NO  nos bastará...

porque lo cierto es que al encontrarlo,

siempre vamos a querer  más,

Mucho más!!






Si alguno tiene sed... venga y beba. 
Juan 7:38

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