Esperanza fresca. Por Paola Troz



Hay períodos que uno deseara que terminaran lo más pronto posible.Temporadas duras que en algún momento todos tenemos que enfrentar en diferentes áreas de la vida. 
Sin embargo no se les debe quitar el mérito. 

El mérito de cómo Dios las usa para acrecentar nuestra fe, paciencia y moldear nuestra esperanza y carácter a través de situaciones que nos ponen de rodillas casi noches enteras para ver su amanecer con esperanza fresca.

¡Porque aún en la más densa obscuridad la luz de Cristo siempre brillará!

Debo decir que me he percatado de que Dios es muy puntual, nunca llega tarde y además incorpora cuidados hasta en los detalles más pequeños. Su Palabra es literal al decir “nada me faltará” 


Sus tiempos perfectos.

El gozo del Señor literalmente ha sido mi fortaleza para recordarle a la tristeza y la desesperanza que tengo un Dios mayor y que las columnas de mi fe no se derriban al avecinarse tempestad porque el capitán de mi existir tiene nombre de conquista.

¡Jesús, el nombre sobre todo nombre.
El nombre que ya conquistó mi victoria!


Durante las temporadas más duras mi voz no se apagó, al contrario, con más fuerza le canté a mi Dios sin necesidad de tarimas o micrófonos, tan solo frente al auditorio del cielo donde levanto mis manos en adoración y libertad. Ese lugar donde estamos él y yo. 

Viendo su mano operando a mi favor y sintiendo aún como los vientos más fuertes, esos que venían en mi contra, dieron un giro majestuoso porque Él se encargó de que fueran usados para traer impulso y nuevas conquistas. 

Dios ha usado esos vientos y esas turbulencias a mi favor para recordarme lo que falta aún por conquistar.

¡Sí conquistar! 

No hay conquista fácil, o por lo menos que no te cueste lo suficiente como para llevarte hasta el agotamiento máximo extinguiendo todas tus fuerzas naturales; es entonces que despierta la fuerza de Su espíritu dando aliento y trayendo esperanza viva a tu ser.

Cuando vienen las victorias, saben mejor porque vienen con sabor a lucha y miel.
Se disfrutan diferente y aunque el valle es extenso y sientes que al cruzarlo no tendrás fuerza para subir las montañas que se te presenten más adelante, es entonces cuando el  viento del Espíritu de Dios  te impulsa y recuerda su respaldo.

¡No es nada que uno haga porque es todo lo que hace Dios por uno!



 photo por Dyed4u art


No es por fuerza, ni por poder, es por Su Espíritu.


Aveces pienso, que no podría haber visto la gloria de Dios, sin haber tenido que llegar al límite, a los extremos, y es entonces que Moisés viene a mi mente, y lo veo  con un gran mar frente a sus ojos, un pueblo dudoso y carente de fe bajo su responsabilidad, más el ejército del personaje "más poderoso" de la época persiguiéndole como si eso no fuera suficiente...

Todo puede ser contrario, pero la fe no nos va a traicionar. 
Aun cuando parece que todo se ha acabado,  reaparece campante y desafiante.
Fe sólida, fe madura, fe ciega, que no llega sola viene con una fuerte dosis adicional de esperanza fresca.

Tan solo llevando nuestra fe al límite es que puede avanzar, crecer y madurar.
Tan solo llevando nuestra fe al límite es que vemos su mano interviniendo para abrir el mar.


Por eso puedo decir que mi esperanza huele a frescura celestial que solo puede nacer del impulso que el cielo le da cada día, con oración, adoración y búsqueda insaciable de Su Presencia. 


Solo Dios y nadie más con valentía y entereza nos ayuda a continuar.

Una vez que llegas  al lugar más alto del monte, tras una gran travesía, debes entender que ahí no te puedes quedar, te das cuenta de todo lo que aun queda frente a tus ojos por conquistar.

¡Disfrutas la victoria y sigues por más! Hay mucho más por alcanzar.

Recordar nuestras limitaciones es algo grandioso porque nos lleva a confiar en el que no tiene ninguna limitación, nuestro Creador.

La  esencia vital y motivo crucial en la vida de todo hijo de Dios, es forjar una relación con 
Su Padre Celestial para trascender todo límite y poder ver más allá, hasta ese lugar donde Él en su infinito amor nos quiere llevar a conquistar. 

Ese lugar que nos va a entregar.

Espera desesperadamente bendición, avance, mayor fe en tu Creador y que recuerda que nada, absolutamente nada te podrá separar de su inmenso amor.
Ese período de dificultad te ayudará para que puedas forjar la mejor relación para tu vida, una  que nunca te defraudará y mucho menos te abandonará en la adversidad, la que puedes alcanzar con El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

¡Una relación verdadera y genuina! 

¡Que ningún viento contrario te impida llegar es mi oración para tu vida en el nombre de Jesús!

Prosigamos a la meta cada día con la esperanza más fresca que nunca y creyendo que si lo más difícil ha acontecido, solo leche, miel y las  mejores bendiciones ahora de Su mano vendrán. 





photo por Dyed4u art
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“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.” 

Efesios 3:20 





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