Remanente. Por Paola Troz.



Uno de los lugares donde suelo ir a entrenar estaba lleno de bellos árboles, algunos de ellos con muchísimos años, altos, frondosos y llenos de vida y color.

Conocía sus formas, el verde específico de cada una de sus hojas, los nidos que había en ellos  y hasta algunas particularidades de cada uno… 

de cada árbol.

Suelo ser muy observadora cuando algo me apasiona.



Mi  triste sorpresa al llegar una mañana a  entrenar, fue  descubrir una tala masiva e inesperada de estos bellos regalos de Dios. 

Los habían talado con la justificación  de que “estaban enfermos”…
Sentí ganas de llorar,
  enojo y desesperación.

Sentí  algo así como una   impotencia absoluta.

Puede ser que en la  vida tengamos que enfrentar talas masivas de algún tipo sin razón aparente o  por  una “razón aparente”,  o incluso hasta que debamos ser "talados" en algo en lo que veníamos trabajando con mucho esfuerzo.



Ciertamente esto puede generar emociones profundas que dejan una marca que duele dentro de nuestro ser.

Desaliento, inquietud,  un desconsuelo profundo  o hasta una desesperación sin razón alguna...

Ese tipo de emociones que más bien son las  que SI  necesitamos talar de nuestra alma de una  sola vez y sin pensarlo mucho porque 

No hay situación que valga lo suficiente como para que nuestro corazón se apegue innecesariamente,  y mucho menos para desgastar nuestra energía espiritual y física  o  buenas intenciones en ello; por eso  Dios con Su Presencia  lo hace por nosotros a través de Su Espíritu Santo al Orar…





Solo Su Espíritu Santo puede talar para siempre de nosotros lo que por nuestros propios medios jamás lograríamos...

 Nuestro Padre Celestial  siempre  nos valora. Valora nuestros esfuerzos y corazón dispuesto, por eso derriba lo que sea necesario para recordarnos que  El  sacrificio real ya lo hizo El  en una cruz,
Jesús ahí nos Valoró eternamente...
Durante las siguientes semanas  salía a  correr   y observaba con cierta melancolía  lo que quedaba de  ellos, de esos hermosos árboles.

Así que pasaba como de  lejos, y quitaba mi mirada y alejaba mi corazón del sitio como con cierta precaución.


Hasta que algunos meses después  tuve que detenerme, y mirar...

Mirar adonde no quería hacerlo...

En ocasiones no queremos observar lo que nos ha  lastimado , pero por alguna razón nos hace más fuertes o nos ayuda a determinar cosas nuevas en nuestro interior que pueden servirnos para ser más determinantes sobre algo en específico.

Algo completamente inesperado en medio de esa desesperanza temporal…


Se aquietó mi espíritu con un susurro que se escuchó más de lo normal en mi ser y en mi alma  mientras entrenaba;  

como asomándose y recordando  con euforia en medio de los troncos talados:

“Hay esperanza ... un Remanente de Esperanza…”





Verdes  ramas creciendo se asomaban muy seguras y como con nueva alegría, dándole nueva vida a lo que aparentemente estaba muerto...


Nuevas ramas que trajeron esperanza!!
 Aún el árbol talado es persistente y determinante, 

nunca deja de crecer…  
y sin importar cuántas veces sea talado, No se dá por vencido, no se detiene...
Continua creciendo.

Probablemente nosotros nos damos por vencidos con facilidad, pero la buena noticia es que Dios NO!
La buena noticia es que Nuestro Padre Celestial No se da por vencido con nosotros nunca.

Muchas veces lo que amamos puede lastimarnos
          Pero el Padre Celestial que nos ama, puede  sanarnos, traer esperanza y hacer reverdecer nuestro ser con amor y valor genuinos y  por supuesto recordándonos sus promesas,

“Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. Voy a hacer algo nuevo!”
Isaías 43:19

Asi que talados o por talar,   de manera justa o  injusta, con razón o sin razón,  seamos persistentes, seamos determinantes confiando en Nuestro Dios Fiel.

El es el Creador de la Esperanza! 
El mismo la tiene en una humanidad que constantemente se aparta de El!

El mismo Padre Celestial  levanta en medio de eso,  un remanente de HIJOS que trasladen y compartan la esencia misma de esa ESPERANZA VIVA!


Continuemos creciendo porque el Dador de vida está a favor nuestro y mientras Su dedo no decrete que estemos secos,
Produciremos  vida y nuestras raíces serán renovadas y fortalecidas.
Nuestras nuevas ramas… Bendecidas!

Seremos Su remanente de esperanza porque nadie puede desbaratar lo que El hace.

Seremos Su remanente de justicia en medio de las naciones para proclamar su alabanza.
Floreceremos de nuevo porque hemos sido  formados  para EL!
Somos Su remanente de Vida.
Somos SU REMANENTE en esta Tierra!

 Crezcamos cuantas veces sea necesario  y con esa persistencia Celestial , sabiendo en Adonde están Cimentadas nuestras raíces!! 
“Y un remanente volverá, un remanente de Jacob volverá al Dios Poderoso...”
Isaías 10: 21
 ISAIAS 37:4 , ISAIAS 37: 30 , Isaias 10: 19,20,33 , Isaías 4:2



Comentarios

Entradas populares