Lo que hacemos tiene transcendencia eterna. Por Paola Troz

En estos días de  tanto frío, ha habido momentos en los que  se me congelan las manos y los pies es horrible! Y créanme que una mujer friolenta como yo está  equipada con  abrigos e implementos importantes,  pero ni siquiera así  logro mantener el calor por mucho tiempo.

He descubierto dos lugares estratégicos de la casa donde pega el sol directamente y corro cuando ya no aguanto más a buscar su  calor.  El efecto  directo del sol en mi piel es  inmediato, es un alivio a mi dolor físico y me caliento al segundo; permanezco ahí por unos instantes y recobro fuerzas.

Con Dios me pasa parecido, siento algunos fríos en el alma de vez en cuando y mi reacción inmediata es buscarlo hasta encontrarlo como receta efectiva e  innegable que me ofrece alivio y calor al dolor del momento.

Sé exactamente  hacia donde dirigirme, y de dónde vienen mis  fuerzas.

 Muchas personas viven  con  mucho frío en su alma, y aunque crean tener todos los implementos necesarios, realmente mueren de frío por no encontrar la real fuente de poder para sus vidas.

Un rayito de sol puede hacer tanto… y nosotros podemos ser portadores  de luz y de  calor, podemos ser rayitos de sol cada día si primero  tomamos de nuestra fuente de poder.

 No tenemos idea de la forma en que un gesto,  una palabra o frase nuestra puede impactar en la vida de otros, pero sé que Dios usa todos los recursos con los que cuenta   y los corazones dispuestos de sus hijos para marcar diferencias importantes   en este mundo lleno de carencias, y así brindar rayos poderosos de sol y calor en la vida de las personas más necesitadas.

Sería maravilloso si nos pudiéramos proponer como meta en este nuevo año brillar con más fuerza, generar más calor y  abrir nuestros corazones para hacer más, dar más…   

Brillar con compromiso genuino y brindarle calor  al  horrible frío en el que viven tantas personas a nuestro alrededor.

Un abrazo, una llamada,  nuestros oídos para escuchar y nuestras palabras dulcemente entonadas para aliviar.

Tal vez  sean el mejor regalo que podemos ofrecer.

Todo lo que hagamos con el sello del amor de Dios  tiene trascendencia eterna.

Solo espero que cuando encontremos  personas  con fríos incontrolables en sus almas, podamos ser  capaces de ofrecer  la sonrisa, el abrazo y la palabra cálida que les recuerde  que la fuente de poder y  vida eterna provienen de lo alto, de Nuestro Padre celestial maravilloso.

Que les recuerde que quien encuentra y toma de  esa fuente nunca más tendrá sed, y que EL y solo El es nuestro sol de justicia .

Deseo para este nuevo año que inicia  que  encuentres  la fuente de poder real y el  calor  necesario para el alma, porque es a partir de ahí que lo que puedas hacer tendrá el el sello de garantía de Dios, Su respaldo y  trascendencia eterna.


                                                    Mi fuente de poder: JESUS.

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